Avalancha

Fotografía de Raquel Carnicer



Y arriba el Everest vestido de sangre,
un vestido blanco repleto de sangre.
Las sienes rotas más crudas que nunca.
Una cuchilla de afeitar cae al suelo. Un grito.
El sonido de un Mustang que acelera.
De fondo una canción de cuna.
Nanas de sangre,
la misma sangre con la que pintabas tus labios.