Matar a un ruiseñor

Fila sexta
al lado del pasillo,
asientos cómodos
y rojos,
comienzo a leer
algunas páginas
de celuloide,
más gente que de costumbre
y teléfonos
que molestan,
un pitido
intermitente
se hace notar en el declive
de mi suspense,
deberían
de silenciar
los teléfonos
mediante un arma
de destrucción masiva,
muere el bueno, el negro,
los protagonistas no quedan
contentos, satisfechos,
muere el malo
de la película
con un sombrero de paja
y un cuchillo,
acaba con un cambio de cara.
Y de regreso,
la gente observa
detenidamente
las últimas ofertas
en sábanas y toallas.

Golondrina


Campiña
recorrida por dos ruedas
de caucho
hinchadas por un hombre
de pelo largo.

Fotografías
de verde muerto
y graznido en vuelo,
mentha rotundifolia
y hojas asimétricas
de olmos secos
dejando de ser arbustos.

Violeta blanquecino,
solitario, o eso creía,
tenía fe ciega
en la virtud de tu soledad,
pero la luna que quemaba
el cielo sombrío
ardía en mis ojos
con el revelado
de tus alrededores.

Dinah

Acostarse
con la almohada fría
y las sábanas del revés.

Soñar acompañado
de Django Reinhardt,
el cual te regala
un violín eléctrico.

Despertarse
con las tornas cambiadas.

Levantarse
con dos pies derechos.

Ir dando giros
hacia la puerta
de la habitación,
abrirla.

Encontrarse
con el pasillo vacío
de todos los días.

Sudor, cerveza y robo

Evidentemente,
el avecedario empieza
por la letra V.
El vasto vlanco
que por de día
inundava toda la ciudad
se vaporizava
en negro vencejo
durante la noche.
Existía un círculo
de virtuosismo
en el asfalto
de ese amviente
que contagiava
de forma virulenta
a los presentes
que se tornavan
a un idioma inaudito.

Albayzín


Al fin te encontré.
Me derramé
con tus cipreses
que son lágrimas
que lloraban
por tus hileras de agua
que se desmayan
en el reflejo de tus calles
donde la oscuridad
me obligó a tocar tu luna
y me llenó de luz
en aquella vieja barra
de aquella vieja taberna.

Rosaleda

El agua humea
por todos lados
en un desierto verde
elevado
por unas alas metálicas,
presiona y destroza
el ataúd marrón
de la vida
en el que los pájaros
se cagan
como bienvenida
a la muerte.

Pelo en el suelo

Aligeré peso mentalmente
y me quedé sin nada
que decir en el umbral
de la nocturnidad,
desnudo tras el espejo invisible
pero invicto sin recuerdo,
desquicié a las tijeras
oxidadas que cizayan
los hilos de la vida
con ternura
mientras las ratas
hacian de voyeur
en las esquinas.

5

Cambié
mi vida por la palabra
que se mecía
en una banqueta erguida
donde tendí
mi mano a la libertad
y recogí la cosecha
que sembré
con un bolígrafo
en un papel.

Regresé
a la actualidad
donde la tradición
era sentarse
delante de un electrodoméstico
y escuchar a un individuo
que era maestro
en describirnos
las mejores antonimias
de belleza.

Organización Nacional de CIEGOS Españoles


No me gustaría

pensar mal,

seguramente él

solo se preocupaba

por alguna mancha

que llevase esa chica,

rubia, en el vaquero ajustado

por la zona del trasero,

pero para estar en la ONCE

no le quitaba

el ojo de encima.

Acromático


Y te dejé atrás

en aquella sobria morada

donde las hojas cantaban

con el viento

una melodía aun no sonada

y las nubes caminaban

por el oscuro camino

hacia la noche

y las palmeras tiritaban

de frío con miedo

a desvanecerse

y los pájaros ofrecían

sus últimos lamentos

de la tarde.

Jodidamente jodido

Me jode la represión en Gaza.
Me jode las injusticias del pasado.
Me jode que haya mujeres maltratadas.
Me jode que exista el hambre
y un niño sin educación,
y lo peor, que exista un adulto que no quiera educación.
Me jode el racismo.
Me jode la hipocresía.
Los eufemismos me joden.
Las balas me joden.
Me jode la esclavitud en pleno siglo XXI.
Me jode el consumismo.

Pero también
me jode coger los pisquitos cuando no quedan patatas.
Me jode andar con prisas.
Me jode olvidar cosas ingeniosas.
Me jode que los conciertos no empiecen a su hora.
Me jode lavarme la cara por la mañana.
Me jode que los guiris invadan mi ciudad.
Los semáforos en rojo me joden.
Los curas me joden.
Las colas me joden.
Me jode no tener un lápiz cuando lo necesito.
Me jode esquivar a la gente,
hacer eslalon sin esquís en pleno verano.
Me jode fregar los platos.
Me jode afeitarme, peinarme.
Me jode pedir otra cerveza.
Me jode la tarde del domingo.
Y muchas más cosas me joden...