Un te quiero tampoco está mal.

Teoría del caos, y viceversa,
emulsión de resistores contradictorios.

Quimioterapia de besos acomodados,
unión de falanges en punta,
incisión de clavos oxidados,
es tu piel la que se mece en el hipotálamo,
rompemos el kilómetro en tu boca,
olemos la fragancia destructiva.
 
Dos de hidrógeno y uno de oxígeno
retumban las grietas
en un enrrojecido perlado.

Una fusión de átomos,
heridas de yodo.


Brazo alargado se hacía dólar,
destello en la penumbra, en corazón quebrado.

Hendiduras clavadas en cuencas oculares,
cráneo ebúrneo con incisivos.

Presionando, el percutor del abismo,
sumergido, desgarra la sien.

Sistema.

"Mano con esfera reflectante" de M. C. Escher.


La esfera rodó,
provocó la contradicción
de los vectores de velocidad,
afilados aumentaban su aceleración,
se distaciaban del centro instantáneo
que oscilaba por culpa de X,Y.

El poema del éxtasis.

Arco iris desaturado con armonía de colores.

Hojas de hielo embriagadas de misticismo.

Divina alma cósmica de melancolía de invierno.

Nostalgia que llama a la puerta que se abre en el interior de la tristeza.

Baño refrescante de fuego.

Aire que mece la oscuridad.

Veinticuatro minutos, una explosión. 
 
Moscow Symphony Orchestra – La Poeme De L'extase (The Poem Of Ecstasy), Op. 54, Symphony No. 4